A continuación se muestran
unas fotos de la feria. A pesar del sofocante
calor del día y el partido de la selección,
allí estuvimos participando de esta ejemplar
iniciativa que ya va por el tercer año.
Y después del agobiante calor mañanero
y tras agotar las reservas de agua y otros líquidos
y con unas sopas de ajo de la tierra en la barriga,
nos dispusimos a cantar y bailar, como debe
de ser, para algo se construyen los instrumentos
¿no?. Que siga la música y el
baile por muchos años más.